En la esquina de la Catedral de frente a la diputación provincial, en el número 2 de la Calle Bernabé Soriano, se encuentra la Catedral del Sabor. Este negocio, ubicado en pleno corazón de Jaén, es un referente en la zona por su exquisita pastelería y sus deliciosos productos gourmet.
Los clientes que han visitado la Catedral del Sabor le han otorgado una alta valoración, con una nota de 4,4 sobre 5. Algunos de los comentarios elogian la calidad de los productos ofrecidos, aunque también se señala que los precios pueden ser un poco elevados. Sin embargo, la mayoría de los clientes coinciden en resaltar la importancia de un buen trato al cliente.
Uno de los servicios principales que ofrece la Catedral del Sabor es su tienda de alimentación, donde se pueden encontrar una amplia variedad de productos selectos y gourmet. Desde chocolates artesanales hasta conservas de alta calidad, la tienda alimentaria de la Catedral del Sabor es un verdadero paraíso para los amantes de la buena gastronomía.
Además de su exquisita pastelería y su tienda de alimentación, la Catedral del Sabor se destaca por su atención al cliente. A pesar de que algún cliente haya mencionado ciertas deficiencias en el trato recibido, la mayoría de las reseñas elogian la amabilidad y la profesionalidad del personal que trabaja en este establecimiento.
Si deseas disfrutar de una experiencia gastronómica única en Jaén, no dudes en visitar la Catedral del Sabor. Puedes contactar con ellos a través del teléfono 620 37 97 83 para realizar cualquier consulta o reserva.
En definitiva, la Catedral del Sabor es mucho más que una simple pastelería. Es un lugar donde la calidad, la excelencia en el servicio y la pasión por la buena comida se unen para ofrecer a sus clientes una experiencia inolvidable. ¡Ven y descubre el sabor de la auténtica cocina gourmet en pleno centro de Jaén!
Jaén De Dulce dejo este comentario sobre Catedral del Sabor:
Los precios son un poco elevados pero teniendo en cuenta el sitio donde están y la calidad del producto lo puedo entender, pero lo que jamás entenderé son las malas formas y la desgana en la atención al cliente. Hoy he ido a comprar y la chica que estaba atendiendo a tenido formas no adecuadas atendiendo a un señor mayor y comentarios fuera de lugar a una pareja la cual se veía que no eran de Jaén, dando por echo de que le estaban preguntando una tontería sobre un producto, el cual dicha pareja desconocía.
Creo que hay que tener más paciencia y empatía si trabajas de cara al público.
