Ubicado en pleno corazón de Cuenca, en la Av. de Castilla-la Mancha, 1, el Bar Restaurante El Sotanillo se erige como un lugar emblemático que combina la tradición culinaria con un ambiente acogedor y familiar. Con una destacada valoración de 4,2 sobre 5 por parte de sus clientes, este establecimiento ha sabido conquistar los paladares más exigentes.
Los comensales elogian la calidad de sus platos, como la oreja, que según una reseña solo por comerla ya merece la pena. Otro cliente destaca que, de todos los lugares donde ha probado el plato, aquí ha encontrado el mejor. La excelencia se hace presente en cada bocado, como en los huevos rotos con trufa, cuya preparación es descrita como realmente lograda, aunque algunos consideran que la trufa podría ser más abundante. El solomillo, por su parte, se destaca por su ternura y la deliciosa salsa que lo acompaña, junto a unas patatas fritas caseras que son todo un acierto.
El servicio es otro punto fuerte de El Sotanillo, con camareros que se distinguen por su simpatía y atención hacia los clientes, creando así un ambiente cálido y amigable que invita a volver una y otra vez.
Además de su restaurante, el negocio cuenta con una tienda de alimentación que ofrece productos de primera calidad, ideales para aquellos que desean llevarse un pedacito de la experiencia culinaria de El SotanilloEl Sotanillo es sin duda el lugar ideal. Con un servicio impecable, platos exquisitos y un ambiente acogedor, este establecimiento se ha ganado un lugar en el corazón de sus clientes, quienes lo recomiendan una y otra vez. ¿Listo para dejarte sorprender por sus sabores únicos? ¡No dudes en reservar tu mesa llamando al 969 24 18 16!
Jorro Cano dejo este comentario sobre Bar Restaurante El Sotanillo:
Sólo por comer la oreja ya merece la pena. He comido este plato en muchos sitios diferentes pero aquí he descubierto la mejor de todas. Es increíble, realmente está muy lograda. Los huevos rotos con trufa no están nada mal aunque la trufa es bastante escasa y el solomillo muy tierno y la salsa muy rica acompañado de unas patatas fritas estupendas y caseras.
Los camareros simpáticos y atentos.
